La recuperación de una ruta
En 1963, en la Asamblea de Turismo de la Isla de A Toxa (Pontevedra), José Luis Sánchez-Agustino López presenta una ponencia con un ambicioso plan para la recuperación de este inigualable Camino del Mar, por haber sido el de la Translación del cuerpo del Apóstol desde Palestina a Iria, hecho fundamental que –y esto es necesario recordarlo– sería el germen de todos los Caminos de Santiago.
El principal objetivo de aquella iniciativa, y como primer paso en la puesta en valor de la ruta, fue el de colocar unos cruceiros de piedra dispuestos como hitos en el que sería un Vía Crucis marítimo-fluvial a lo largo de sus riberas. Esto se conseguiría a comienzos de 1965, merced a las donaciones de la Iglesia –dos de los cruceros serían aportados por el cardenal-arzobispo de Santiago, don Fernando Quiroga-Palacios, como presidente de Honor y gran valedor de la Ruta del Mar–, además de ayuntamientos, instituciones y empresas.
Otro hecho singular en esta época, fue la recuperación desde el fondo del río, y por parte de la Armada Española, de una imagen en piedra del apóstol decapitado, datada en el siglo XII. Se rescató frente a las Torres de Oeste, en un acto presidido por el obispo auxiliar de Santiago, don Miguel Fuentes Novoa, que congregaría en el lugar a miles de personas. El obispo entronizaría la imagen, solemnemente, en la capilla de las Torres.
La edición de folletos, señalización por vía terrestre y el balizamiento del río para asegurar una segura navegación, junto con la organización anual de los remontes conmemorativos, llevaron al público a conocer la singularidad y atractivo de esta ruta, su rico pasado histórico, su monumentalidad y la belleza de sus contornos, abriéndola al turismo y recuperando así una de las fuentes más apreciadas de la tradición jacobea y de la historia de Galicia.
El primer remonte, con carácter inaugural, tuvo lugar el 19 de agosto de 1965 y estuvo presidido por el cardenal-arzobispo de Compostela, don Fernando Quiroga Palacios; el cardenal Caggiano de Buenos Aires y don Manuel Fraga Iribarne como Ministro de Información y Turismo, en unión de las principales autoridades y representaciones del pueblo gallego. Se dieron cita 175 embarcaciones de toda la ría y fue el remonte más numeroso en los ya más de cuarenta años de historia. No obstante, la Ruta hoy está abierta al tránsito de catamaranes, que se vienen a sumar a la diversidad de barcas o lanchas que remontan el curso del Ulla, especialmente en los meses de verano.
La ruta por el Ulla se enriquecería posteriormente con la ubicación de diecisiete cruceros pétreos inspirados en la más pura iconografía galaica, piezas que se fueron completando con otros cuatro cruceros más, erigidos en los Ayuntamientos de Ribeira, A Pobra, Boiro y Rianxo, donados, ante nuestra solicitud, por la Comunidad de Empresarios del Barbanza, y a los que seguirían los de Vilanova, A Illa, Cambados y O Grove. Está en ciernes el grande monumento en la Isla de Malveira, como un gran fanal en la ría y como símbolo de ayuda para el navegante.
Después de algunos años de estancamiento debido a la confluencia de diversas vicisitudes, la ruta del Mar de Arousa y Ulla se recuperó en 1989, uniéndose a la iniciativa los Ayuntamientos de la ría y la cuenca del Ulla, que se constituirían en 1999, en la Fundación de la ruta jacobea del Mar de Arousa y Ulla, declarada por Ley de Xunta de Galicia de interés gallego y cultural, destacando la extraordinaria colaboración, primero de la Consellería de Cultura, y después, de la entonces Consellería de Innovación e Industria, a través de la Xerencia do Camiño y de la S. A. de Xestión do Xacobeo, que son los que posibilitan, con la edición de folletos y de la revista Arousa-Ruta do Apóstolo, así como con su generoso patrocinio de muchos de sus actos culturales, entre ellos, las tradicionales Xornadas Xacobeas. En la actualidad, el patronato de la Fundación está integrado por 22 Ayuntamientos.
Los años noventa del siglo pasado fueron especialmente significativos por la presencia de destacados personajes que vinieron a refrendar el significado de nuestra ruta. Entre ellos destaca la visita, en 1991, de SS. MM. Los Reyes de España y la concesión de las primeras Medallas de Oro de la Ruta el 21 julio de 1995, la visita del Príncipe Felipe el 18 de julio de 1999, y la Ruta Quetzal el 23 de julio de 2004, entre otras significadas. En el año 1993 de nuevo con la presencia de Sus Majestades, la Ruta del Mar de Arousa y Ulla recibió la Medalla de Galicia y finalmente en 2005 la Fundación fue reconocida con la distinción de «Arousán del Año» en reconocimiento de sus muchas y variadas actividades.
José Luis Sánchez-Agustino López (1930-2010)
Fundador de la Ruta Xacobea do Mar de Arousa e Ulla